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sábado, 8 de marzo de 2025

Bamby Salcedo: “Aunque nos maten, no nos podrán extinguir. Somos parte de la humanidad”

“Pasaron muchas cosas para yo poder llegar hasta donde estoy hoy”. Bamby Salcedo (Guadalajara, México, 1969) es la presidenta y directora ejecutiva de una de las organizaciones no gubernamentales más prominentes en la protección y defensa de la comunidad transgénero de Estados Unidos, The TransLatina@ Coalition, que ella misma fundó hace 16 años. Comenzó con una línea telefónica gratuita y el trabajo voluntario de decenas de mujeres trans latinas para colectar y enviar dinero a compañeras detenidas en centros de inmigración, visitarlas, conectarlas con abogados, médicos y otros servicios. 

Hoy en día la coalición emplea a 68 personas transgénero y no binarias y ocupa casi la planta entera de un edificio de Koreatown, en Los Ángeles. Allí ofrecen almuerzos, consultas legales, refugio, ropa, consejería, servicios de salud, formación y oportunidades de empleo a centenares en la comunidad. Es la ayuda que Bamby antes necesitó, y que le abrió el camino para llegar donde está: una oficina amplia decorada con nubes azules y rosadas que le evocan un lugar hermoso y le recuerdan soltar todo lo que alguna vez le hizo daño.

“Yo soy una inversión de la comunidad. Mi comunidad ha sido quien me ha apoyado, me ha levantado, me ha fomentado, me ha guiado”. La de Bamby es una historia improbable. Ella creció entre las calles y los centros juveniles de recuperación en Guadalajara y a los 16 años emigró a Estados Unidos para reunirse con un padre que casi no conocía y trabajar en el Valle Central de California. A los 18, llegó a Los Ángeles, también a las calles. Pasó 14 años entrando y saliendo de prisión, fue deportada cuatro veces y regresó, sobrevivió a una sobredosis, reincidió. Todo esto mientras navegaba su transición. 


Un día, después de varias noches de aturdimiento en Skid Row —un barrio del centro de la ciudad, poblado por indigentes—, tomó un autobús para dormir mientras este recorría la ciudad; cuando terminó la ruta, tomó otro y otro más, hasta que despertó a las puertas de un centro de rehabilitación, donde fue admitida. Allí comenzó un proceso largo de recuperación que, en 1998, también la llevó al activismo y, años después, a su primer empleo en tareas de alcance comunitario entre mujeres trans latinas. “Iba ya de una manera diferente a las esquinas donde yo antes estaba con mis compañeras. Empecé a ver más claramente cómo yo había tenido ese privilegio de poder reformar mi vida y agarrar el tratamiento que necesitaba, y sentía que tenía una responsabilidad”.


El nombre de Bamby fue cobrando relevancia en los foros donde se discutían la prevención del VIH y los derechos civiles de las comunidades transgénero y no binarias de Estados Unidos. Ella aprovechó estos eventos para convocar a las mujeres trans latinas y fundar la coalición en enero de 2009. Luego, en 2015, tuvo la idea de crear en Los Ángeles un centro para la prevención de la violencia y para el bienestar de la comunidad trans y no binaria. Bamby también ha sido invitada a la Casa Blanca y al Congreso para hablar sobre la seguridad y la inclusión de las personas trans y no binarias. “Creemos en influenciar el cambio en esas instituciones que nos han oprimido, que nos siguen marginalizando y fomentando la violencia contra nosotras. Necesitamos transformar la cultura de las organizaciones para que puedan entender que nosotros nos merecemos los servicios”, defiende ella.


La última década había sido de crecimiento lento pero sostenido, con la creación de más organizaciones lideradas por personas transgénero y no binarias y recursos públicos destinados a la comunidad, hasta que el conservatismo más extremo liderado por Donald Trump llegó a la Casa Blanca, al Parlamento y a la Corte Suprema. “Hoy tenemos una administración que está viendo que sí estamos ascendiendo a nuestro poder como personas, y nos lo quieren quitar poco a poco. Pero de igual manera vamos a seguir, a abogar, a pelear, a rasguñar, a patear para asegurarnos de que sigamos existiendo. Aunque nos violenten, aunque nos maten, no nos podrán extinguir, porque somos parte de la humanidad”.


En el primer mandato de Trump, de 2017 a 2021, los asesinatos de mujeres trans se duplicaron en Estados Unidos. El año pasado, al menos 36 personas trans y no binarias fueron asesinadas, según reportó la Human Rights Campaign Foundation. Además, 33 de los 50 estados del país han aprobado leyes que limitan libertades y derechos fundamentales de la comunidad. En ese contexto, The TransLatin@ Coalition está enfocada en asegurarse de que al menos en los próximos dos años las personas transgénero y no binarias que buscan ayuda en California obtengan los servicios que necesitan, y que insistan en denunciar la violencia en su contra. “Yo aspiro a llegar a ser como Dolores Huerta”, dice Bamby, refiriéndose a la legendaria activista chicana, fundadora de la United Farm Workers Association, que por décadas ha procurado mejores condiciones de trabajo para los campesinos. “Quisiera tener 95 años y estar todavía corriendo de un lado para otro”. 


Título: Bamby Salcedo, activista trans y migrante en Estados Unidos: “Aunque nos maten, no nos podrán extinguir. Somos parte de la humanidad”

Autor: Maye Primera

Fecha Publicación: 07 de marzo 2025

Texto original disponible en: https://elpais.com/america/lideresas-de-latinoamerica/2025

Foto: Gabriel Osorio.



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